martes, 15 de octubre de 2024


                                   UNA CASA SIN PELIGROS


Aquí estamos los sacerdotes que hemos tenido que ver en la vida de Sofía y de Álvaro,


Un día me dijo la novia: –Mire, don Antonio, tiene que ser una homilía super espectacular. Y el novio, que es un hombre muy práctico me preguntó: –¿Pero cuanto va a durar?


Y ante la mirada sorprendida de Sofia, que vendría a significar, “pero hombre qué cosas dices”, entonces Álvaro rectificó: –Bueno, no se preocupe, si la homilía es buena no me importa que dure quince minutos. Pero usted, métale chispa.


Con tanta presión, por si la cosa sale mal, he de decir en mi descargo, que a los novios siempre los he tratado de pasada. Eso si, pero en los momentos estelares de su vida. 


El mismo día que se conocieron en la puerta de san Ildefonso estaba yo. El día en que Álvaro le pidió matrimonio, en Roma, nos encontramos en la plaza de San Pedro. Y cuando montaban la casa también estábamos en la misma tienda de cuadros. Y ahora, aquí en la boda.


En realidad yo no tendría que estar hoy de testigo cualificado en esta boda, sino su tío Antonio, que ha estado de cura en Berja durante treinta años. Pero aunque está presente en esta celebración, sin embargo no puede testificar por razones obvias. Porque las personas buenas se van al cielo y nos quedamos aquí los que no estamos todavía preparados. 


Es que tradicionalmente en todas las familias españolas, además de un pariente futbolista, siempre han tenido un tío Antonio cura. Sofia se acuerda de que todos los días iban a ver a su tío Antonio, el mismo al que yo represento hoy, y él le cantaba una canción muy especial. Así que hoy también estará entre nosotros contentísimo.


Como nos dice el Evangelio de la Misa (cf Mt 7,21.24-27), Sofi y Alvaro están aquí porque, desde que empezaron a salir juntos, decidieron edificar su hogar, poniendo los cimientos sobre la roca que es Cristo, piedra que otros novios desechan para empezar su casa por el tejado. 


También es verdad que la novia no había salido con un chico, porque todos los hombres le parecían iguales, hasta que encontró uno distinto, lo que ella andaba buscando, que hiciese lo que hemos oido en la primera lectura, lo que hizo Tobías (cf Tob 8,4b-8). 


No es extraño que se conocieran a la salida de la novena de la Inmaculada. Y pasado el tiempo, un día la novia llamo a su madre para comunicarle que había encontrado al hombre de su vida… Porque ese mismo día, como dos frikis, los dos comenzaron su relación, rezando. Lo mismo que acabamos de oír en la primera lectura. 


–Pero ¿qué viste en este chico de Peligros? Le pregunté un día a la novia.

–Pues por fuera, su perfil de torero. Y por dentro, que era muy parecido a mi padre, en el espíritu de superación: él empezó de la nada hasta tener su propio negocio.


La verdad es que Álvaro es muy lanzado. Un día fue con Mercedes, la madrina, a comprar a la novia el anillo de pedida, no teniendo ni trabajo, ni piso... Esto es una locura, pensaba todo el mundo. 


Pero Álvaro, fiado en su fe cristiana, comenzó a pedírselo a san Josemaría: y el primer día le salió una oferta de trabajo, pero no le interesaba. También el cuarto día le sucedió lo mismo.. Y el noveno día, le avisaron para entrevistarse con él; y es el trabajo que ahora tienen: ya podían casarse.


Como el novio le tiene mucha devoción a san Josemaría, un día, estando junto a sus restos en Roma, se planteo si Dios quería que se entregarse al él en celibato. Pero vio que no, que él tenía vocación matrimonial. Por eso allí mismo, en ese oratorio, pasado el tiempo decidió pedirle matrimonio a su novia.


Pero Sofía, no entendía que Álvaro tanto interés en que fuesen allí, porque el novio quería darle una sorpresa. Así que después de la Misa, estando el oratorio abarrotado de universitarios, que fueron a Roma para el congreso Univ. Entonces, Álvaro, de rodillas en el reclinatorio del banco le enseñó el anillo.


Y a Sofi no se le ocurrió otra cosa más romántica que decirle: –No hables tan alto que estamos rodeados de chicos.


De su madre, Sofi, ha sacado la escala de prioridades, porque para Mari Ángeles, su marido y los hijos son lo primero.


Desde luego la novia no ha heredado su orden material, porque la Sofía es más nerviosa y deja las cosas sin ningún sistematismo. Pero tiene la empatía de su madre y su capacidad de relacionarse con todo el mundo.


Y de su padre, Sofía ha heredado su talento artístico y su capacidad de trabajo. Y su arrojo, porque su padre es tan valiente e imaginativo, como un fotógrafo. 


Por ejemplo, estando él y Mari Ángeles, cubriendo un reportaje de boda, advirtieron que con los nervios se les habían olvidado los anillos en casa. Así que los novios tuvieron que casarse con los anillos de los fotógrafos. 


Sofia siempre ha estado muy unida a su hermana Valle, por eso les llaman las Mellizas. Y ahora, la Melli Sofía también es referente de su hermana Mer, a la que le da los mejores consejos. 


Como sabéis, en casa, Antonio el padrino, tiene tres hijas: Sofia, Valle y Mer… Pero lo que seguramente no conocéis es que a todos los pretendientes, o posibles novios, se les somete a una prueba. 


Al candidato, durante el verano, se le invita a Adra y se almuerza con él en el porche de la casa, para que pase calor. Allí se les sirve un pescado elaborado especialmente para esa ocasión. 


A ceremonia se le llama en casa de los  Durán Sánchez: el envenenamiento familiar. Porque, según el ritual, al día siguiente  la comida, la hija, se ve en la obligación de prepararle, al pretendiente de turno, dieta blanda y Aquarius. 


Y es así, como se ganan el corazón del chico, a través de destrozarle el estómago. Es una prueba que pasa poca gente. En el caso de Sofía solo ha habido un hombre que la haya superado. Aunque todo esto tiene el inconveniente de que provoca, ya de por vida en el novio, colón irritable.


De todas formas Juanma, el padrino, le ha aconsejado a Álvaro, que para las ocasiones importantes, tome la bebida de los toreros, cerveza con tónica. 


Los novios han elegido como segunda lectura de la boda el himno en el que san Pablo habla del amor (cf 1Cor 12,31-13,8a) . Pero los dos me dijeron: –Pero que la gente que esté en nuestra boda no piense que todo es tan perfectito


Por ejemplo, dice Alvaro, Yo pienso de una forma y ella de otra. Pero siempre salgo ganando yo.


La verdad es que conociendo a Álvaro me parece muy normal que diga eso. Porque tiene fama de torero. Y no es que en Peligros haya ninguna ganadería de reses bravas. Porque lo más bravo que han tenido en su casa, fue una cabra, que se llamaba Manolo, y que envestía con mucha facilidad. Y así el novio se ha ido entrenando. Pero según dice Álvaro: –Aquello ya era insostenible.


Así que Rafael, su padre, se la cambió a un cabrero por un choto, al que se acabaron comiendo. 


A todo esto, Sofia, que significa sabiduría, añade: –En realidad, Álvaro, no se da cuenta y le parece que él manda, pero siempre se hace lo que yo digo.


Y esto me recuerda a las bodas de Caná, en la que Jesús hizo su primer milagro, porque la Virgen se empeñó. Sus últimas palabras fueron: Haced lo que Él os diga. Pues eso es lo que pretendemos los cristianos, edificar nuestra vida siguiendo los consejos de la Persona que más nos quiere, Jesús.




Boda 

de 

Sofia de Gádor 

 & 

Álvaro de Peligros 




Parroquia San Ildefonso de Granada

19 de octubre de 2024, 12 a. m



viernes, 7 de julio de 2023

LOS SECRETOS DEL REINO


 

Jesús es Rey . Pero de un Reino especial, que tiene sus secretos.

Los reinos de este mundo nos hablan de poder. Cuando uno manda se dice que es Rey: los Reyes del petróleo, el Rey de la tierra batida es el número uno en el tenis. Un rey manda en su parcela de poder: por eso se habla del rey del cuadrilátero.

Sin embargo el reino de Jesucristo es distinto: no se caracteriza por el mando sino por la mansedumbre. Dios es un rey que no se enfada, que no quiere imponer su autoridad, ni siquiera nos obliga a quererle.

Su reinado se basa en la libertad. Dios no quiere siervos sino hijos, que hacen la voluntad de su padre porque les da la real gana.

Por eso la Sagrada Escritura nos habla de un rey que no viene montado en una lujosa carroza, sino que su trono es un borriquillo manso.

Y precisamente son la gente de corazón sencillo los que entienden «los secretos» de este reino especial.

Los sencillos de corazón son los que no tienen el corazón dividido. Los que no intentan servir a Dios haciéndolo compatible con otros reinados.

Eso se sabe porque el reinado de Jesús en el alma da paz: el Amor de Dios llena el corazón.

Y entonces se quiere incluso a los enemigos. Y nadie en la tierra nos puede hacer malos y así somos realmente libres, como reyes verdaderos. Como Dios, que no nos quiere porque nosotros seamos buenos, sino porque Él es bueno

viernes, 23 de junio de 2023

EL CUCHICHEO DE LA GENTE

 


Todos los que han querido hacer el bien han encontrado dificultades.

El profeta Jeremías habla del «cuchicheo de la gente» (Primera lectura de la Misa: cfr. 20,10-13).

En la actualidad el bien no es aplaudido, es cierto. Pero esto ha ocurrido siempre.

De todas formas nuestro Señor nos dice a los cristianos, que no es para tanto: «que no tengamos miedo» a los que nos quieran hacer daño (cfr. Evangelio de la Misa: Mt 10,26-33).

Y la razón que nos da Jesús es que el Señor cuida de nosotros: estamos en buenas manos, en manos de nuestro Padre.

Desgraciadamente cuando la familia de un paciente le pregunta a un médico sobre el estado de salud del pariente, y el doctor responde que estamos en manos de Dios, parece entonces que las cosas están muy mal para el enfermo, que la medicina no puede hacer nada.

Pero tranquilo «hasta los cabellos de nuestra cabeza» los tenemos contados. Por eso dice el salmo que el «Señor escucha» a los necesitados (cfr. Responsorial: Sal 68).

Ya se ve que en esta tierra si uno quiere hacer el bien casi siempre encontrará dificultades.

Pero esos obstáculos no los ha puesto el Señor sino el pecado, como nos dice San Pablo (cfr. Segunda lectura: Rom 5,12–15).

Por eso, si somos inteligentes, el miedo al que dirán no nos ha de mover. Lo que en realidad ha de preocuparnos es lo que puede dañar el alma: el cáncer que nos hace malos.

viernes, 9 de junio de 2023

DESDE QUE TE CONOZCO, COMO MÁS


En el libro del Deuteronomio, Dios nos habla de un alimento misterioso.

En aquel tiempo el Señor dio de comer a su pueblo un pan que nadie conocía.

Este pan era símbolo de otro, el de la fiesta que celebramos hoy.

Dice la Escritura que el hombre no sólo vive del pan natural, sino de otro tipo que es el pan sobrenatural.

A este alimento del cielo le llamamos Corpus Christi: el Cuerpo de nuestro Señor que se nos da como «verdadera comida» (Jn 6, 55: Evangelio de la Misa).

Este Cuerpo se compone de cabeza y miembros, que están unidos.

Esto lo explica muy bien san Pablo: «aunque somos muchos formamos un solo cuerpo» (1 Cor 10, 17: Segunda lectura de la Misa).

El Corpus es alimento para que crezcamos, nos hace vivir una vida distinta y eterna. «El que come de este pan vivirá para siempre» nos dice Jesús (Jn 6, 58).

Este alimento nos lo deja el Señor para tener fuerza y superar las dificultades: los desánimos, el cansancio.

En definitiva, nos lo da para llevar una mejor calidad de vida sobrenatural.

Nos deja un pan de esta vida que nos lleva a la otra. No solo eso, sino que quería estar con nosotros hasta el fin de los tiempos.

Dios quería ser nuestro. Y para eso, se hace alimento, algo que se come y que llega a formar parte íntima de cada uno, se hace uno con nosotros.
Y, luego dicen que el verbo comer no es poético. El amor nos lleva a comer al Señor.

Este Cuerpo se formó en la Virgen María. De alguna manera misteriosa Ella también está presente en la Eucaristía.

viernes, 2 de junio de 2023

DIOS ES UNA FAMILIA

 Hoy celebramos el misterio principal de nuestra fe, que no hubiéramos conocido si el Señor no nos lo hubiera contado. Es la vida íntima de Dios la que viene a revelar Jesús.


Que Dios es Padre, que Dios es Hijo y que Dios es Espíritu Santo.

El Señor ha tenido paciencia hasta que ha podido decírnoslo. Si lo hubiera dicho antes, seguramente se hubiera pensado que hay tres dioses.

Al principio, Yavhé quería remarcar a su pueblo que era un solo Dios, que no había varios dioses.

Nos cuenta el libro del Éxodo (34, 4b–6. 8–9: Primera lectura de la Misa) como Moisés le pide a Dios que les acompañe siempre.

Moisés le dice que Israel es un pueblo duro de entendimiento, de «dura cerviz». Efectivamente, el pueblo elegido, no hubiera entendido en ese momento toda la verdad a cerca de Dios.

Una vez que asimilaron que Yavhé era Uno, Jesús revela que es un solo Dios pero que tiene tres Personas.

Esto es difícil de entender si uno no tiene fe. Lo dice el Señor en el Evangelio para que el mundo crea (cfr. Jn 3, 16–18: Evangelio de la Misa).

Hay muchas personas que ven con facilidad que Dios sea Uno. Son los creyentes de las tres religiones monoteístas: junto con los cristianos están los hebreos y los musulmanes. Los tres procedemos de la fe de Abraham.

En la Alhambra hay un poema en el que se explica, con mucha claridad, la fe de los musulmanes. El poeta dice que allí, la oración se dirigía «a un Dios solo».

Efectivamente, los musulmanes creen que Dios es Uno. Tanto lo remarcan que piensan que está solo. Y sin embargo Dios es una familia.

El misterio de la Santísima Trinidad no es un invento de la teología.

Claramente,  San Pablo en una de sus cartas desea que recibamos «la gracia» que nos ganó Dios Hijo muriendo en la cruz, «el amor» de Dios Padre que nos regaló la vida, y la unión con el Espíritu Santo (cfr. 2 Cor 13, 11–13: Segunda lectura de la Misa).

Esto es lo que deseamos a todos los que lean esto.

FORO DE HOMILÍAS

Homilías breves predicables organizadas por tiempo litúrgico, temas, etc.... Muchas se encuentran ampliadas en el Foro de Meditaciones