Nosotros hemos querido celebrar la entrada del año junto al Señor, a la puerta del Sagrario.
Queremos que el Señor nos «bendiga y proteja» (Nm 6, 24: primera lectura de la Misa).
EL SOL
Jesús es el Sol que nace de lo alto. Por eso le pedimos que «ilumine su rostro sobre nosotros» (Sal 66,2: Responsorial de la Misa).
Y Dios tiene rostro humano porque ha «nacido de mujer» (Ga 4,4: segunda lectura de la Misa) en la Persona del Hijo.
Por eso para llegar a Dios es necesario pasar por la Humanidad del Señor. Esto es lo que han experimentado los santos: «He visto claro que por esta puerta hemos de entrar» escribió Teresa de Jesús.
LA PUERTA DEL SOL
Nos cuenta el Evangelio que las personas que se le comunicó la venida del Señor «fueron corriendo» a ver a Jesús «y encontraron a María» (Lc 2,16: Evangelio de la Misa).
Hemos de ir a Jesús por María. Ella es su Madre, la Madre Dios. Éste es el principal título de la Virgen. Y la Iglesia quiere que celebremos hoy esta solemnidad. Así empezamos el año dándonos prisa en conocer a la Humanidad del Señor llevados de su mano. –Eres la Puerta del Sol que nos ha nacido.
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