sábado, 10 de octubre de 2009

MI AMIGO EL AGNÓSTICO
















Una de las palabras que el Señor utiliza más en el Evangelio es la de «
sígueme». La oyeron los apóstoles individualmente.

Y también los jóvenes universitarios de aquella época.

Precisamente esta palabra la escucharon santos de todos los tiempos.
Cualquier persona que trate al Señor oirá en su interior: «sígueme».

En Granada, un chico llamado Andrés Manjón oyó esa palabra, y con el paso del tiempo fundó unas escuelas que sirvieron para educar a mucha gente sin recursos.

En su época –principios del siglo XX– D. Andrés Manjón era muy conocido. Y tuvo un amigo que era considerado como el mejor escritor español de su tiempo. Este amigo, que se llamaba Miguel, también escuchó, en su adolescencia, la llamada de Dios.

Nos cuenta Miguel que le pidió al Señor que le manifestara su voluntad. Y sintiendo que Dios le hablaría si cogía el Evangelio abrió el libro al azar. Y allí encontró las palabras que hemos leído, y que Jesús dirigió al Joven rico.

Miguel se puso muy nervioso ante esa llamada interior. Y trató de convencerse de que seguramente se trataba de una casualidad. Y volvió a abrir el Evangelio también al azar…

Y esta vez encontró el pasaje que relata San Juan, sobre el milagro del ciego de nacimiento. Y Miguel al posar los ojos en el texto leyó: «lo habéis escuchado ya, ¿queréis que lo repita de nuevo?».

Su conmoción fue muy grande. Estaba muy impactado. Pero no quiso seguir la voz de Dios, que le pedía ser buen cristiano.

Así que dejó de asistir a Misa, y con el paso del tiempo se declaraba agnóstico.

Indudablemente no era ateo, pues al ser una persona muy inteligente no encontraba argumentos para negar la existencia de Dios.

Pero aunque no descartaba que existiría Dios, se auto-convenció de que no lo podemos saber con absoluta certeza.

Según llegó a pensar Miguel, Dios no intervenía con claridad en la Historia Humana.

Como si la existencia del pueblo judío, y su pervivencia actual, después de tantos milenios no fuera un caso totalmente único en la Historia.

Como si las profecías que se cumplieron en Jesús, hubieran sido una casualidad. Como si los milagros que hizo el Señor no estuvieran probados históricamente.

Como si la Biblia, Palabra de Dios, no hubiera sido el libro más leído de todos los tiempos. Y el más vendido en el 2008.

En fin que si el Señor nos llama, y no le hacemos caso acabaremos pensando que la muerte de Jesús en una cruz sólo ha servido para que Cristiano Ronaldo lleve de adorno un rosario en el cuello.

viernes, 2 de octubre de 2009

LA POLIGAMIA (XXVII DOMINGO B)


En el Evangelio, el Señor habla de que el matrimonio es de un hombre y una mujer.

Y, además de uno con una, es para toda la vida. Porque lo que Dios une el hombre no puede separarlo.

Unos de los sacerdotes que intenvendrá en el próximo sínodo de África, que empieza hoy en Roma, me dijo el viernes, antes de irse, que la poligamia será uno de los temas que se tratarán. Porque allí un católico puede pensar que es normal tener 4 ó 5 mujeres a la vez.

En occidente, esto nos parece extraño, pero aquí también hay bastantes católicos que viven la poligamia desde su juventud.

Este mismo sacerdote africano, me comentaba que estaba sorprendido de la poligamia española.

Efectivamente, también los sacerdotes de aquí nos damos cuenta de que hay bastante poligamia. Sobre todo entre la gente de menos de 30 de años.

Es normal que antes de haber hecho el contrato matrimonial, los hombres de occidente hayan tenido varias mujeres.

No es una poligamia simultánea, sino sucesiva. No es a la vez, sino sucesiva en el tiempo. Esa la diferencia entre la poligamia africana y la poligamia española.

Sucede con bastante frecuencia, entre la gente joven, que conoce a un chico o a una chica, se declaran y a partir de ese momento ya viven como marido y mujer.

Tienen detalles de afecto que yo no he visto que tuvieran mis padres delante de mí, porque los reservaban para el matrimonio.

Hoy suele ser normal que un chico de 17 años y una chica de 16 vivan como si estuvieran casados, aunque se vean solo los fines de semana.

Con el aliciente de que no tienes gastos de comunidad, colegios, ni de agua ni de electricidad.

Y así pueden vivir, con varias o con varios sucesivamente, hasta que ya hacen el contrato matrimonial que, como es lógico, no tiene por qué durar para siempre.

Los curas cuando hablamos con una chica o chico, que llevan año y medio saliendo, estamos tentados de preguntar: Bueno, ¿qué tal tu marido?

Por eso ya no se habla ni de novio, ni de marido y mujer, sino de relación de pareja un término que engloba todo, porque en realidad todo es lo mismo.

Hoy en día la pareja ha dejado de ser sólo una institución benemérita, también porque hay guardias civiles que están casados.

En el Concilio Vaticano II, algunos obispos europeos pidieron que el celibato fuera opcional para que se pudieran casar los sacerdotes que quisieran.

Ante esto, los obispos africanos se opusieron en masa porque allí el celibato se ve como un milagro.

Y así es, el celibato, seas sacerdote o soltera hay que pedirlo porque es un don de Dios.

Os aconsejo pedírselo a la Virgen cada noche rezando tres Avemarías.

FORO DE HOMILÍAS

Homilías breves predicables organizadas por tiempo litúrgico, temas, etc.... Muchas se encuentran ampliadas en el Foro de Meditaciones