sábado, 1 de diciembre de 2018

LA PALABRA DE DIOS QUE ALIMENTA AL HOMBRE


La palabra de Dios, la Eucaristía y la fe tienen mucha relación. La Iglesia habla del alimento de la Palabra y del alimento de la Eucaristía como de las dos mesas que se celebran en el Sacrificio del Altar, que llamamos Santa Misa.

Con la primera tentación el demonio quiere que Jesús fije su mirada en primer lugar en las cosas de la tierra; y que utilice todo su poder para alcanzarlas.

Pero la fe nos indica que no solo las cosas materiales tienen importancia, también hay realidades que no se ven; también esas proceden de Dios: No solo de pan vive el hombre.

Ya lo hemos dicho, al demonio le interesa debilitar nuestra visión sobrenatural, por eso va a por la fe, porque las heridas contra la fe son profundas ya que destruyen la raíz. Aunque pudiera haber algún fruto, perdida la fe, el alma se secará tarde o temprano por falta de savia.

Y precisamente el alimento de nuestra alma es la fe en Dios, la confianza en Cristo, que se ha hecho Pan, para alimentarnos espiritualmente.

La respuesta de Jesús en las tentaciones, se completa con otros pasajes de la vida del Señor relacionados con el pan. Uno es el de la multiplicación de ese alimento para saciar el hambre de los miles de personas que le habían seguido: ¿por qué hace ese milagro si anteriormente había rechazado ese hecho como una tentación?

Indudablemente, habían cambiado las circunstancias. El milagro no se hacía en beneficio de Jesús, sino de esas personas que dejaron todo para escuchar la palabra de Dios.

Ya se ve que Jesús no es ajeno a las necesidades materiales de los hombres, pero las sitúa en el contexto adecuado y les concede la prioridad que se les debe dar.

No hay comentarios:

FORO DE HOMILÍAS

Homilías breves predicables organizadas por tiempo litúrgico, temas, etc.... Muchas se encuentran ampliadas en el Foro de Meditaciones